Se piensa que todos los seres humanos tenemos ciertos dones y más el de la intuición, sobre todo las mujeres.
La intuición es la habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón.
A diferencia de la intuición, que puede referirse también a un acontecimiento del pasado o del presente, el presentimiento se proyecta siempre en lo que está por acontecer, y eso lo convierte en un fenómeno aún más fascinante.
Las premoniciones son un misterio de principio a fin, y en realidad aún no sabemos a ciencia cierta si su razón de ser se fundamenta en la causalidad –adivinamos porque acumulamos conocimiento y esto nos permite proyectar relaciones causa/efecto- o si son un mero producto del azar.
Por otro lado, se dice que las personas que tienen más desarrollado el hemisferio derecho del cerebro son quienes tienen mayor capacidad para tener premoniciones; sin embargo, éstas pueden ser tan sutiles, ¡que las personas no se dan cuenta de que las tienen!
Un estudio de la Universidad de Berkeley es que hacemos predicciones temporales y que estas dependen de diferentes partes del cerebro.
” Los sistemas cerebrales nos permiten no solo actuar en el momento, sino también anticipar activamente el futuro”, señala Richard Ivry, neurocientífico de la Universidad de California en Berkeley.
Los casos más comunes de premonición ocurren cuando las personas intuyen su muerte o algún tipo de accidente, antes de que ocurra.
De igual manera las premoniciones comunes se dan cuando la persona duerme y los sucesos reales se revelan a través de sus sueños.
Para desarrollar este poder se debe meditar, realizar rituales específicos para abrir la mente.
Se recomienda que, al despertar, escribas en un cuaderno lo que viste en tus sueños, para que poco a poco, puedas interpretar lo que te revelan.