Conjuros y Rituales
Fuente: La Vanguardia
“La magia tiene que estar siempre al servicio de la gente”
Tania Berta Judith publica ‘El libro de la magia blanca’ (Fulgencio Pimentel, 2019), un volumen con el que reivindica los hechizos benévolos.
La sociedad siempre ha puesto una lupa a toda cuestión que tenga que ver con la brujería. Sin embargo, “a lo largo de miles de años, todas las culturas la han practicado sin excepción”, asegura a La Vanguardia la autora Tania Berta Judith, que acaba de publicar El libro de la magia blanca (Fulgencio Pimentel, 2019).
Esta joven de 31 años, que asegura tener relación con este desconocido mundo desde que tiene uso de razón, ha escrito un manual moderno de hechizos que aporta información sobre cómo distintas culturas han hecho y siguen haciendo uso de la magia.
Para ello, a lo largo de estos dos últimos años, ha estado documentándose, y reconoce, “no ha sido un proceso nada fácil”. “La mayoría de los conjuros han viajado a lo largo de las generaciones por vía oral, por lo que no siempre queda un registro de sus orígenes”. Para aclarar sus dudas “ha sido necesario viajar y adentrarse en la historia y la antropología”, afirma Tania Berta Judith.
El interés por este ámbito lo tiene desde que era una niña. “Hacíamos todo tipo de rituales con mis amigas.
Empezó como un juego, pero, con los años, nos dimos cuenta del fundamento y el sentido que tenían la mayoría de esos hechizos”.
Eso sí, “no era fácil encontrar un libro que saciara mi sed de saber […] La mayoría de ellos te decían, por ejemplo, que te bañaras en un lago en una noche de luna llena, o cosas por el estilo.
Al final, esperando el día idóneo, acababas desistiendo y no haciendo nada”. Precisamente por este motivo, remarca, “esto no me interesaba nada a la hora de redactar este manual.
Quería proponer magia al servicio de la gente, pues esa es su verdadera función. Hechizos benévolos para entrar en armonía con el cosmos”.
Tania no se considera a sí misma una persona supersticiosa. “No tiene nada que ver una cosa con la otra”, insiste, y añade que, la mayoría de los conocimientos que ha ido adquiriendo tienen origen, sin ir más lejos, “de las tradiciones y costumbres de nuestro propio país” [...]
“Pese a que en España el tema de la magia se haya visto tradicionalmente como algo peligroso o prohibido, se ha practicado a lo largo de las generaciones. Eso sí, desde un entorno casero”.
La misma autora explica que muchas de las cosas que hace las ha visto en su propia casa.
Pone el ejemplo de San Pancracio, al que se le ofrece perejil en busca de buena fortuna o el de conjurar las tormentas, “algo que se lleva haciendo desde la antigüedad”.
Sobre este último, Tania recomienda a los lectores colocar siempre “una cruz de sal enfrente de la ventana. Esto hará que cesen los truenos, pero no la lluvia, que siempre va bien que llueva”.
Este hechizo, explica, “me lo enseñó mi madre de pequeña y todavía hoy sigo haciendo junto al de San Cucufato, que sirve para tener seguridad en uno mismo y reafirmarse.
Yo enciendo una vela, me la enfoco y repito en voz baja lo que quiero que ocurra. Tiene que ser siempre un mensaje positivo. Es decir, diríamos ‘sí a la paz’ en vez de ‘no a la guerra’. Siempre funciona”.
Junto a estos, Tania recopila otros muchos conjuros, todos ellos muy diversos. Los hay para quitar penas, para invocar a animales de poder, para leer la mano o, incluso, para acceder a otros mundos.
Ante todo, su intención ha sido la de crear “un libro positivo para hacer de la vida algo mejor”. Pero, pese a su característico optimismo, admite que se ha encontrado a lo largo de los años con “demasiados prejuicios”.
“Siempre habrá gente que no esté dispuesta a creer [...] A todos ellos, yo les invito a conocer otras formas de ver la vida. Lejos de lo que se nos ha hecho creer, gran parte de la magia es simpática y tiene una finalidad positiva”.
La autora reconoce que todavía hay “muchos prejuicios” hacía la magia