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Fantasmas que causan muertes

Fuente: Yucatan.com

HONOLULU (AP).— “Redes de pesca fantasmas” de origen desconocido, arrastradas por las corrientes del Pacífico, son un peligro para los animales marinos y llevan a la costa los restos de lo que matan en su camino.

Perdidas o descartadas en el mar, a veces décadas atrás, estas redes causan estragos en la vida marina y los arrecifes de coral de Hawai.

Los investigadores están haciendo un auténtico trabajo detectivesco para determinar el origen de esas mallas, lo que requiere exhaustivo análisis de toneladas de redes fantasmas.

La principal inquietud es que estas redes abandonadas a su suerte siguen matando peces y otras formas de vida marítima, incluidas focas fraile de Hawai, aves y tortugas, mucho después de ser descartadas, de acuerdo con Drew McWhirter, estudiante de posgrado de la Universidad del Pacífico de Hawai y uno de los principales investigadores del proyecto.

“Estas redes arrasan con nuestros arrecifes antes de llegar a la costa”, dice. “Dejan destrucción en su camino, arrancan las cabezas de corales y pueden causar gran daño ecológico”.

Hay redes fantasmas en todo el mundo, pero las islas hawaianas son un epicentro de desechos marinos, como la Gran Mancha de Basura del Pacífico y otro remolino de desperdicios al Oeste.

Otros esfuerzos por identificar el origen de las mallas se han enfrentado a dificultades, porque los desechos vienen de tantas partes y las redes tienen pocas marcas, por no decir ninguna, que permitan identificarlas.

Los expertos creen que muchas se desprenden por accidente, aunque de vez en cuando las embarcaciones pesqueras se deshacen de ellas porque están pescando ilegalmente. Algunos pescadores cortan secciones dañadas y las tiran al mar en lugar de disponer de ellas en tierra firme.

El nuevo estudio es supervisado por la directora del Centro para la Investigación de los Desechos Marinos de la Universidad del Pacífico, Jennifer Lynch, bióloga del Instituto Nacional de Standards y Tecnología.

“Va a costarnos mucho identificar la fuente”, admite Lynch. “Si no lo logramos, ésa será la principal razón para que las autoridades vean la importancia del equipo que se emplea y regulen” el uso de las redes.

La principal inquietud es que estas redes abandonadas a su suerte siguen matando peces y otras formas de vida marítima, incluidas focas fraile de Hawai, aves y tortugas, mucho después de ser descartadas, de acuerdo con Drew McWhirter, estudiante de posgrado de la Universidad del Pacífico de Hawai y uno de los principales investigadores del proyecto.

“Estas redes arrasan con nuestros arrecifes antes de llegar a la costa”, dice. “Dejan destrucción en su camino, arrancan las cabezas de corales y pueden causar gran daño ecológico”.

Hay redes fantasmas en todo el mundo, pero las islas hawaianas son un epicentro de desechos marinos, como la Gran Mancha de Basura del Pacífico y otro remolino de desperdicios al Oeste.

Otros esfuerzos por identificar el origen de las mallas se han enfrentado a dificultades, porque los desechos vienen de tantas partes y las redes tienen pocas marcas, por no decir ninguna, que permitan identificarlas.

Los expertos creen que muchas se desprenden por accidente, aunque de vez en cuando las embarcaciones pesqueras se deshacen de ellas porque están pescando ilegalmente. Algunos pescadores cortan secciones dañadas y las tiran al mar en lugar de disponer de ellas en tierra firme.

El nuevo estudio es supervisado por la directora del Centro para la Investigación de los Desechos Marinos de la Universidad del Pacífico, Jennifer Lynch, bióloga del Instituto Nacional de Standards y Tecnología.

“Va a costarnos mucho identificar la fuente”, admite Lynch. “Si no lo logramos, ésa será la principal razón para que las autoridades vean la importancia del equipo que se emplea y regulen” el uso de las redes.

El objetivo de Lynch no es buscar culpables, sino ofrecer al sector pesquero ayuda para encontrar nuevas formas de prevenir daños al medio ambiente marino.

“Realizamos este estudio de una forma muy científica y analizamos toda la evidencia posible para poder presentar el relato más riguroso”, indica.

Estudian redes de tres fuentes: las principales islas hawaianas, el sector de las aguas hawaianas donde se pesca atún y las costas de las islas deshabitadas del noroeste, que son parte del Monumento Nacional Marino Papahanaumokuakea.

Una expedición de limpieza en el monumento regresó con 50 toneladas de redes y otros equipos.

En un galpón del campus de la universidad, los investigadores separan los desechos y se llevan muestras a un laboratorio. “Bastan unas pocas muestras para saber lo que pasó”, explica Raquel Corniuk, otra integrante del equipo.

Los investigadores analizan unos 70 aspectos de cada pedazo, incluido el tipo de polímero. “Observamos qué tan retorcido está. ¿Está retorcido o entrelazado? Tratamos de determinar cuántas hebras tiene, el diámetro de su cordel...”, precisa Corniuk.

Entre las cosas que arrastran las redes hay dispositivos de concentración de peces, que los barcos usan para atraerlos. Los dispositivos tienen receptores conectados con satélites, pero cuando son arrastrados fuera de las zonas de pesca generalmente se les abandona.

Mike Conroy, presidente de West Coast Fisheries Consultants, que trabaja con firmas de California, dice que esos dispositivos están prohibidos en aguas estadounidenses y que los pescadores hacen todo lo posible por no perder sus redes.

Pero reconoce que la pérdida o el abandono es un problema. “Este tipo de investigaciones va a apuntar en la dirección indicada”.

Ya se han encontrado en los alrededores de Hawái desechos de todos los rincones del Pacífico, incluidos países asiáticos y la costa oeste de Estados Unidos.

Buena parte del problema de las redes abandonadas lo generan las naciones menos desarrolladas, que tienen pocas regulaciones y a veces usan redes de baja calidad, según Brian Fujimoto, expescador que ahora trabaja para una fabricante de redes del estado de Washington, en Estados Unidos.

“Sus productos tienden a ser más endebles”, añade Fujimoto, ejecutivo de ventas de NET Systemas Inc., de Brainbridge Island.

Redes Datos
La información recabada con las redes es incorporada a un banco de datos.

Patrones
La intención es ayudar a los científicos a establecer patrones que permitan ubicar a fabricantes o empresas que las usaron.

Reporte
Los investigadores llevan un año reuniendo información y esperan presentar un informe este año.